domingo, 15 de mayo de 2011

Cerca del mar siempre estaré...

        Es tarde ya, pero sabemos que cuando un niño tiene un juguete no quiere mas que jugar con él. Así pues no podía esperar mas y quería actualizar me ha venido a la memoria una poetisa que hace un tiempo me enamoro con sus poesías, esta tuvo una vida diferente y un final inolvidable, cuando la gente piensa en poesía surgen nombres como Gustavo Adolfo Bequer o García Lorca a los cuales adoro y en próximas entradas lo comentare, pero lo que vengo a decir es que siempre salen nombres masculinos pero este nombre Alfonsina Storni hizo hace poco que me enamorase mas de la poesía. A continuación os dejo su biografía y alguna de las poesías que mas me gusta de ella. Un beso y buenas noches desde mi ático personal.


Considerada la poetisa del posmodernismo argentino, nació en Sala Capriasca (Suiza), el 22 de mayo de 1892, trasladándose con su familia a la Argentina, a muy temprana edad.

Padeciendo una niñez con estrecheces económicas, debió trabajar como lavaplatos, camarera, costurera y obrera.Se recibió de maestra rural en Coronda, ejerciendo en la Escuela Normal. Fue profesora de arte dramático y colaboró con varios grupos de teatro juvenil. En 1911 se mudó a Buenos Aires. En 1912 nació su hijo Alejandro, de padre desconocido. En 1916 comenzó su carrera literaria con “La inquietud del rosal”, continuándose con las siguientes: en 1918 “El dulce daño”; en 1919 “Irremediablemente”; en 1920 “Languidez”, que recibió el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura. En 1925, “Ocre”, consagró casi definitivamente su alejamiento del Modernismo, con un contenido realista. En 1926, publicó “Poemas de amor”; en 1927 y 1932 las siguientes obras de teatro: “El amor del mundo” y “Dos farsas pirotécnicas”, respectivamente. En 1934 “Mundo de siete pozos”, en 1938 “Antología poética”y en 1968 “Poesías completas.


Toda su obra refleja dramatismo, lucha y una audacia inusual para la época. Su temática es, sobre todo, amorosa, feminista y profunda, en donde se refleja un carácter singular, marcado muchas veces por la neurosis.

Su muerte, continúa la huella de su transgresora personalidad. Su trágico suicidio, en las aguas de la playa “La Perla”, de Mar del Plata, el 25 de octubre de 1938, le permitió huir de una penosa enfermedad oncológica y de la soledad que la invadía.

Frente al mar-Alfonsina Storni

Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
«Piedad, piedad para el que más ofenda».

Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza.
¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y la equivoca;
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.


Dos palabras-Alfonsina Storni


Esta noche al oído me has dicho dos palabras
Comunes. Dos palabras cansadas
De ser dichas. Palabras
Que de viejas son nuevas.

Dos palabras tan dulces que la luna que andaba
Filtrando entre las ramas
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento
Moverme para echarla.

Tan dulces dos palabras
?Que digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!?
Tan dulces y tan mansas
Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman.

Tan dulces y tan bellas
Que nerviosos, mis dedos,
Se mueven hacia el cielo imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
Cortar estrellas.

1 comentario:

  1. Me gusta, ya me pasarás algunos más :)
    te dejo yo una mujer que me gusta mucho...
    http://amediavoz.com/vilarino.htm

    Y pásate por mi blog, que ya actualicé :P
    ¡Un besito Boorji!

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